Alejado del turismo de masas, Santanyí ha sabido atraer en los últimos años una importante cantidad de residentes extranjeros y un turismo alternativo, alejado del binomio sol y playa, aunque el municipio cuenta con algunas de las mejores calas de la isla. Y, por supuesto, el emblemático parque natural de Mondragó. Un claro ejemplo de que otro turismo es posible en la isla.