Hinojosa del duque

Córdoba

El municipio de Hinojosa del Duque situado al norte de la provincia de Córdoba, mantiene la idiosincrasia propia de los habitantes de Los Pedroches, con unas peculiaridades claramente diferentes al resto de comarcas cordobesas. Un pueblo que destaca por su valor patrimonial y lucha por convertirse en un relevante destino turístico. Naturaleza, monumentos, fiestas, eventos culturales y gastronomía son el principal reclamo para atraer visitantes a la localidad.

En Hinojosa del Duque, el paisaje cultural se ha ido conformando a lo largo de su devenir histórico, formando parte de él componentes naturales y culturales. El paisaje ofrece un magnífico entorno en el que se combina el cultivo del cereal con la Dehesa de Encinas Centenarias, un ecosistema sostenible que conserva en Los Pedroches la mayor y mejor dehesa de encinas de toda Europa.

Tenemos un gran patrimonio monumental, una cultura singular con gran riqueza gastronómica, estamos enclavados en zona declarada como Reserva Starlight, contamos con la mejor y mayor Dehesa de Europa, somos etapa del Camino Mozárabe a Santiago de Compostela, siendo este camino uno de los más transitados en los últimos años, poseemos unas magníficas instalaciones tanto públicas como privadas, que deben ser conocidas y aprovechadas por el turista que nos visita, para que todo el que pase por el municipio e incluso los que viven en él, puedan descubrir, sentir y saborear Hinojosa del Duque.

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Premi MILLOR POBLE CULTURAL

HINOJOSA DEL DUQUE: PAISAJE CULTURAL


Hinojosa del Duque celebra con veneración las fiestas religiosas y muchas de sus manifestaciones culturales han estado vinculadas a sus devociones. Sin embargo, es necesario también detener nuestra mirada sobre otro tipo de manifestaciones culturales que nos han deparado los nuevos tiempos, y que nos aproximan a otras formas de ver y vivir Hinojosa del Duque. Así, junto a los tradicionales paisajes culturales y religiosos, han aparecido nuevas actividades que han contribuido a su dinamización y, a la vez, han aportado nuevos aires de vitalidad a la localidad.

Si tenemos presente que la cultura es la base y el fundamento de lo que somos, pues empezamos a adquirirla desde que nacemos, siendo, en un primer momento, fruto del aporte moral e intelectual de nuestros padres, y, posteriormente, es una consecuencia de nuestro entorno, podemos deducir que la cultura está íntimamente relacionada con nuestra vida y vivencias, y directamente referida al cultivo del espíritu humano y de nuestras capacidades intelectuales: hasta aquí la cultura a nivel personal.

Pero, son muchas las vertientes desde las que podemos considerar el concepto de cultura, y desde un punto de vista más general, está también relacionada con la identidad de un pueblo, el patrimonio cultural, el desarrollo, la educación, las distintas disciplinas artísticas, la ciencia, la tecnología…, y todo ello unido, compone una realidad compleja que tiene como resultado un paisaje cultural.

El siglo XX trajo consigo el boom turístico, especialmente ligado al turismo de sol y playa, pero con el tiempo han ido surgiendo otras alternativas que centran sus actividades de ocio especialmente en la cultura. Con estas nuevas premisas, el turismo de interior ha protagonizado un importante empuje que también ha llegado al medio rural, convirtiendo a los pueblos con potencial cultural en destinos turísticos en los que se ha dinamizado y diversificado la economía.

Aunque a Hinojosa del Duque no podemos aún considerarla un destino turístico, sí que comienza a contemplar el turismo como un importante potencial al que hay que dedicar la atención merecida. Naturaleza, monumentos, fiestas, eventos culturales y gastronomía sirven de reclamo para atraer visitantes a la localidad.

En Hinojosa, el paisaje cultural se ha ido conformando a lo largo de su devenir histórico, formando parte de él componentes naturales y culturales, tangibles e intangibles.

A nivel natural el municipio ofrece un magnífico entorno en el que se combina el cultivo del cereal con la dehesa de encinas, un ecosistema que es el resultado de la acción intencionada e inteligente, realizada por el hombre, con el propósito de mantener el equilibrio de un sistema que haga compatible la pervivencia de parte del bosque mediterráneo original, optimizando los beneficios de la naturaleza, con el desarrollo de la actividad económica; es lo que actualmente conocemos como ecosistema sostenible.

Pero si hasta épocas recientes el medio natural, nuestro entorno, era contemplado casi únicamente en cuanto que espacio de desarrollo de la actividad agrícola y ganadera, en la actualidad se añaden nuevos usos del espacio natural que están directamente relacionados con actividades de ocio y recreo. Este tipo de actividades fusionan deporte, cultura, y medio ambiente, y permiten contemplar el paisaje como un recurso en sí mismo, que permite valorar su visión y elevar el sentido estético de la imagen que nos ofrece el paisaje a la consideración de patrimonio.

RUTA DEL CAMINO MOZÁRABE

Cada vez es mayor el número de adeptos que buscan el contacto con la naturaleza, y como respuesta a estos nuevos usos del espacio natural y al auge de la demanda de este tipo de recursos, la localidad cuenta con varias rutas: la ruta del Camino Mozárabe a Santiago de Compostela; recientemente, se ha señalizado la Ruta de las Ermitas de Hinojosa, incluida dentro del programa “Paisajes con Historia”; y la Ruta de la Cañada de la Mesta. Viejas veredas que discurren entre campos de calma que huelen a paz, miradas de horizontes azules y verdes; caminos que sorprenden y deslumbran al caminante.

Una mención especial merece el milenario Camino de las Estrellas que finaliza en Santiago de Compostela. Una ruta jacobea que se ha convertido en receptora de esas miradas de aproximación a lo natural y tradicional. Una itinerario marcado por la tradición cultural de carácter religioso con profunda trascendencia histórica y artística, a la que se ha unido el aspecto deportivo y turístico, aunque intentado mantener la original cultura de espiritualidad y encuentro consigo mismo.

Actualmente, peregrinos de las más diversas nacionalidades transitan por estos caminos, como se hacía hace más de mil años, siguiendo la ruta que en su ascenso desde Córdoba y cruzando el sector occidental de Los Pedroches, se dirige a Mérida; desde Córdoba sigue hasta El Vacar la calzada que llevaba hasta la capital de la Lusitania. A partir de esta pequeña población prosigue por la antigua vía que se encaminaba hacia Sisapo (la actual Almadén) y Toletum, por Alcaracejos, para girar desde aquí hacia el oeste por otros caminos que cruzaban Los Pedroches y que se dirigían hacia la comarca de La Serena, en el sureste de la actual provincia pacense. Los distintos ramales que parten desde Andalucía y confluyen en Mérida, son el denominado "Camino Mozárabe". Y la salida natural e histórica desde Córdoba a Santiago es la venerable Vía de la Plata, vía que desde la ciudad extremeña, capital de la Lusitania romana, alcanzaba la actual Astorga en tierras leonesas. Desde Zamora, el Peregrino bien continuará hacia el norte para enlazar con el tradicional "Camino Francés”, allá en Astorga, bien derivará por Sanabria y A Gudiña hacia Orense, o bien por el valle de Aliste y Alcañices se adentrará en tierras portuguesas por Braganza y Vinhais, también hacia tierras orensanas, para llegar a Santiago.

Las últimas hipótesis apuntan el hecho de que realmente el Camino Mozárabe debió de ser la primera gran ruta hacia Santiago, ya que el sepulcro del Apóstol aparece en el s. IX, y, en el transcurso de la siguiente centuria, Córdoba se va a convertir en la mayor ciudad de Occidente, con un importante número de cristianos que debieron peregrinar hasta Santiago.

Los orígenes del Camino Mozárabe se remontan a las peregrinaciones que realizaron los cristianos que habitaban en los reinos árabes hasta unos años después de la batalla de las Navas de Tolosa (1212), en que se desplazaron en su mayoría hacia los reinos de Castilla y Aragón.

De todos es sabido que el Camino de Santiago ha conocido momentos de auge y declive. En concreto, el Camino Mozárabe ha permanecido olvidado hasta que fue revitalizado por la Asociación de Amigos del Camino Mozárabe de Córdoba, que señalizó todo el itinerario hasta Mérida. El número de peregrinos que realiza esta ruta está creciendo de forma exponencial; el pasado año los peregrinos que realizaron el itinerario por la ruta Mozárabe superaron con creces los tres millares.

Desde que el camino se pusiera en valor y empezaran a verse los primeros peregrinos, principalmente extranjeros, que recalaban en Hinojosa en su viaje hacia Santiago, ha transcurrido ya algo más de una década.

El Camino Mozárabe ha abierto nuevos horizontes culturales, organizándose Jornadas, Mercados, se ha una creado una sala específica en el Museo Etnológico dedicada a esta ruta milenaria, y está próxima la apertura del Albergue del Camino Mozárabe, verdadero pulmón del camino.

RUTA DE LAS ERMITAS

En la Zona Recreativa Virgen de Guía, confluyen dos rutas: el Camino Mozárabe y la Ruta de las Ermitas de Hinojosa del Duque. Ésta última tiene aquí su punto de partida, en un recorrido que permite al senderista conocer un camino con historia que, desde este punto, se dirige a la ermita de Santo Domingo, antiguo lugar de reunión de los concejos de las villas del Condado de Belalcázar para tratar los asuntos comunes. Caminos que discurren entre paisajes de encinas milenarias donde se alimentan centenares de grullas que llegan a estas tierras del Sur procedentes de los fríos países del Norte de Europa, para pasar los meses de invierno en estos parajes. En los últimos años, y como consecuencia de la creciente demanda que está teniendo el turismo ornitológico, son muchos los visitantes que se acercan a Hinojosa del Duque para contemplar los enormes bandos de grullas que invernan en sus dehesas.

LA CAÑADA DE LA MESTA Y EL PILAR DE LOS LLANOS

Igualmente, discurre por tierras hinojoseñas la Cañada de la Mesta, ramal de la Cañada Real Soriana, también conocido como GR-39, que por estos lares se dirige hacia tierras extremeñas, desde que allá por el año 1273 el rey Sabio, Alfonso X, reuniera a los pastores castellanos bajo el Honrado Concejo de la Mesta.

Dentro del propio casco urbano, y formando parte de la Cañada de la Mesta, se encuentra uno de los emblemas de Hinojosa, el Pilar de los Llanos, fuente y antiguo abrevadero de ganado, que con orgullo exhibe, desde hace más de cuatrocientos años, los símbolos nobiliarios de los Zúñiga y Sotomayor, duques de estas tierras. La zona comprendida entre el pilar y la ermita de San Sebastián, construida en sus orígenes extramuros de la villa y próxima a la puerta de entrada a la villa por el camino de Córdoba, constituía una gran zona de descansadero para el ganado trashumante que transitaba por esta vieja vía pecuaria.

La Cañada de la Mesta, encajada entre los ríos Guadalmez y Zújar, es una senda inmensa llena de atractivos naturales y paisajísticos. Una vía pecuaria que con su señalización se ha adaptado al uso deportivo-turístico-cultural, con el fin de conservarla y favorecer el conocimiento del entorno natural y la actividad humana de la zona

PATRIMONIO MONUMENTAL

Pero si el espacio natural ha variado sus usos, también lo ha hecho el patrimonio monumental, especialmente el religioso, que ha unido a su finalidad, fundamentalmente religiosa, el aspecto cultural; un rasgo que se inserta dentro de la corriente de turismo cultural que como actividad de ocio y entretenimiento ha motivado la afluencia de visitantes atraídos por los valores patrimoniales y artísticos de Hinojosa, especialmente, por sus recursos más significativos: parroquia de San Juan Bautista “Catedral de la Sierra”, ermita de la Virgen del Castillo y Museo Etnológico, tres destacados edificios que se conforman como sus principales recursos estrella.

Al aproximarnos a Hinojosa del Duque, hay dos destacados hitos paisajísticos que se recortan en el horizonte: la torre de la Iglesia y la ermita del Santísimo Cristo de las Injurias, visibles cuando se accede a la localidad desde cualquier punto, constituyendo, junto a la fuente del Pilar, los referentes identitarios más relevantes del municipio.

Es el patrimonio monumental de Hinojosa del Duque su principal reclamo, y son muchas las personas que desde todos los puntos de la geografía española y desde otros países pasan por esta tierra para conocer sus valores culturales y artísticos.

RUTAS CON ARTE Y SABOR

En el verano del 2012 puso en marcha una iniciativa novedosa en Hinojosa; era una labor que quedaba pendiente: enseñar Hinojosa a quienes nos visitan y a los propios hinojoseños.

En este sentido, se organizaron visitas nocturnas, “Rutas con Arte y Sabor”, especialmente destinadas a los visitantes que durante el verano regresan a sus localidades de origen para vivir unos días entre familia y amigos, así como para los propios residentes de Hinojosa que, acostumbrados a ver las bondades de su localidad, frecuentemente, no se detienen a mirarlas.

LA CATEDRAL DE LA SIERRA

La Catedral de la Sierra es uno de los edificios más monumentales del Norte de Córdoba, recientemente elegido por votación, una de las Siete Maravillas de la provincia; y, junto a ella, la ermita de la Virgen del Castillo con su bello camarín de yeserías barrocas policromadas que descubre a quien lo visita un inusitado mundo interior de gran colorido artístico.

EL MUSEO ETNOLÓGICO

No menos sorprendente es el Museo Etnológico; un inmueble que a lo largo de su historia ha conocido diferente usos: fue sede de la Cámara Agraria Local hasta hace unos años, anteriormente, vivienda familiar, y, en sus orígenes, funcionó como posada. Después de ser donado al Ayuntamiento de Hinojosa, se ha rehabilitado como museo con el objetivo de proteger, conservar y difundir el patrimonio etnográfico relacionado con modos de vida ancestrales, historia, costumbres y tradiciones que constituyen los valores más importantes que posee una comunidad como rasgos de identidad propia.

Utillaje y enseres se exponen en un espacio arquitectónico que permite, a quienes lo visitan, conocer la estructura interior de las viviendas de Los Pedroches, articuladas en torno a un eje principal que desde la calle conecta con los antiguos corrales, y al que se abrían, a un lado y otro, la cocina y las habitaciones. La planta alta o “cárama” recoge el utillaje de los principales oficios que hasta bien entrado el siglo XX fueron los más representativos en la localidad. El Museo Etnológico se ha convertido en uno de los atractivos turísticos más importantes de Hinojosa del Duque.

La parroquia de San Juan Bautista, la ermita de la Virgen del Castillo y el Museo Etnológico precisan de una mirada detenida, realizada sin prisas, analizando el simbolismo que encierra cada uno de los detalles que viste nuestro patrimonio monumental; este era el objetivo principal que perseguían las visitas nocturnas: sorprender y aprender mirando, deleitar hablando y enseñar a mirar para descubrir en qué medida debemos estimar el legado recibido. Un patrimonio que encierra tal valor monumental que bien mostrados desatan, en quien los contempla, la sensibilidad y el sentido estético necesarios para poder comprenderlos, apreciarlos, emocionarse y emocionar, y, por supuesto, disfrutarlos.

RUTAS NOCTURNAS

La rutas nocturnas han constituido un antes y un después en cuanto a valoración del propio patrimonio, así como de apreciación de las actividades culturales que se desarrollan en Hinojosa. Para estas últimas se ha venido utilizando el patio del museo como escenario improvisado en el que se dan cita las principales manifestaciones culturales: conciertos de música clásica, saxo, bandas de música, bailes flamencos, recitales poéticos…; actuaciones que ponen la guinda a unas noches veraniegas que tienen como broche sabores y aromas de vino y jamón de Los Pedroches, como productos de identidad gastronómica propia; todo ello en un ambiente distendido, cordial y henchido de cultura hinojoseña.

En el paisaje cultural hinojoseño además del patrimonio tangible, son igualmente importantes los bienes culturales intangibles, inmateriales, reflejados en sus valores, creencias, música, bailes, libros, etc.

TEATRO

Dentro de los hechos culturales relevantes es necesario dirigir la mirada a la obra de teatro popular “La Vaquera de la Finojosa”, una iniciativa cultural surgida con motivo de la conmemoración del sexto centenario del nacimiento del noble español, D. Íñigo López de Mendoza, más conocido como Marqués de Santillana, que ha pasado a la historia de la literatura como autor de las célebres serranillas. Este evento cultural atrae a la localidad a visitantes llegados desde los más diversos puntos geográficos.

Una iniciativa que se puso en marcha en 1998, y con la que Hinojosa del Duque quiso rendir homenaje al insigne autor de la serranilla de “La Vaquera de La Finojosa”, obra que ha dado fama a la localidad, y cuya composición poética, realizada en verso de arte menor, describe el encuentro entre un noble y una serrana. Precisamente su serranilla más conocida es la que narra su paso por el Puerto del Calatraveño, en Los Pedroches de Córdoba, y su posterior encuentro con la Vaquera de la Finojosa.

El dramaturgo cordobés Francisco Benítez escribió la obra de teatro, expresamente para la ocasión, siguiendo con la trama de la famosa serranilla. A partir de ese encuentro amoroso, ocurrido en el S. XV, se concibe un ambicioso proyecto que puso en marcha la creación y montaje de una obra de teatro popular, en la que los propios vecinos de Hinojosa del Duque recrearon el paso de Iñigo López de Mendoza por estas tierras. Una representación teatral que ha sabido extraer y difundir los aspectos más notables del acervo cultural de Hinojosa del Duque, convirtiéndose en escaparate de un pueblo y sirviendo como elemento primordial de difusión y, a la vez, de conservación de esos elementos de la cultura popular. Un evento teatral que ha alcanzado gran repercusión en los medios de comunicación: prensa, radio y principales cadenas de televisión. Una representación de teatro popular que se repite cada cuatro años.

RUTA DE LA TAPA

Otro evento destacado, que ha contado con la participación y el beneplácito del pueblo, ha sido la Ruta de la Tapa que ha conseguido atraer a visitantes y ha echado a la gente a la calle, en pleno mes de noviembre. Bares y restaurantes han participado en esta iniciativa elaborando recetas y ofreciendo tapas en las que tienen cabida junto los sabores tradicionales los más innovadores. La Ruta de la Tapa ofrece la oportunidad de degustar productos naturales elaborados con ingredientes esenciales de la dieta mediterránea.
Junto a los valores naturales y monumentales, la gastronomía constituye otro gran referente en la zona. Así, la Ruta del Ibérico empieza a consolidarse como reclamo turístico.
La cría, matanza y consumo de carne de cerdo la introdujeron los cristianos durante el periodo de la Reconquista, siendo actualmente los productos derivados del cerdo ibérico una delicatesen para los paladares más exquisitos y con elevado poder adquisitivo.

GASTRONOMIA Y RUTA DEL IBÉRICO

El cerdo ibérico, criado en régimen de extensivo, es un animal íntimamente vinculado al ecosistema de dehesas de encinas de las que aprovecha su fruto, la bellota, recorriendo la dehesa e infiltrando la grasa durante el engorde final. La excelencia del producto unida a los requisitos imprescindibles de tiempo y perseverancia proporcionan al producto ese personal “bouquet” que convierten sus jamones y paletas ibéricas en un producto delicatesen, reconocido en el Salón Gourmet de Madrid como “el mejor jamón del mundo”. El reglamento del Consejo regulador de la denominación de Origen Protegida “Los Pedroches” se aprobó el 6 de junio de 2012.

Hinojosa del Duque cuenta con un elevado número de secaderos, tres de ellos amparados bajo la Denominación de Origen Los Pedroches.
La Ruta del Ibérico permite conocer el proceso completo, desde la cría del cerdo en el campo, la montanera, la elaboración de jamones y paletas con la visita a los secaderos donde se explica el proceso de producción, y su degustación.

Esta ruta gastronómica presenta todavía en Hinojosa algunos inconvenientes que deben solventarse para no quedar excluidos de las Rutas del Jamón Ibérico que se han diseñado desde el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio.

Todas las expresiones culturales arriba mencionadas son componentes significativos del turismo rural, una actividad que en estos momentos representa un motor importante para la economía de Hinojosa del Duque y de los otros dieciséis pueblos de la comarca de Los Pedroches, que con todos sus recursos contribuyen a mostrar y difundir los diferentes atractivos paisajísticos, monumentales, culturales y gastronómicos de una comarca evocadora de recuerdos de tiempos pasados. Una tierra que seduce a propios y a extraños y tan hospitalaria y cercana que hay que conocerla, sentirla, vivirla, disfrutarla.

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