El término municipal se extiende alrededor de una bahía en cuyo extremo norte se alza el Peñón de Ifach. El Peñón, declarado Parque Natural, cobija en sus laderas una gran variedad de plantas endémicas y en sus paredes anidan numerosas especies de aves. Esta roca, de 332 m de altura, se adentra en el mar hasta la punta del Carallot y se puede ascender hasta su cumbre mediante una senda para disfrutar de magníficas vistas. El Parque tiene una regulación de visitas, pero siempre es posible acceder al Centro de Interpretación, con exposiciones, audiovisuales e información sobre el Parque Natural. A los pies del Peñón, las antiguas salinas romanas son una importante zona húmeda que alberga gran número de aves migratorias.
La bahía se cierra por el sur con el Morro de Toix en tanto que en el interior del término las alturas de la Cometa, Oltà, Mascarat y el Collao se alternan con campos de cultivo configurando un bello paisaje. El litoral combina los acantilados de Ifach, Toix y la Manzanera, con las calas del Racó, Collao, Gasparet, Les Urques, del Penyal, Morelló, Mallorquí, Calalga, Manzanera y Les Bassetes y con las playas de fina arena de La Fossa o Levante, Arenal-Bol, Cantal Roig y Puerto Blanco.
La historia de Calpe está vinculada al mar y a la pesca, principal medio de vida para muchas economías familiares. Calpe tiene alma marinera y la importancia que tiene el mar para sus gentes se aprecia constantemente mientras recorres las calles del casco urbano, con edificios como la Cofradía de Pescadores, o te das un paseo por el puerto pesquero y visitas la lonja.
El día de trabajo en el mar comienza muy temprano. A las cinco un reguero de pequeñas y medianas embarcaciones se alejan del puerto con pequeñas tripulaciones formadas por patrón, mecánico, cocinero y otros marineros que se dedican a diferentes labores como las guardias, la clasificación del pescado, el xorrar o izado de las redes a cubierta…etc.
Una vez llegan al caladero, lugar escogido por el patrón para echar las redes (calar), comienzan a faenar con la técnica del arrastre o correguda, tras un par de horas izan las redes a bordo y clasifican en cajas el pescado capturado. Una vez baldeada la cubierta, se echa de nuevo la red o bou al agua y se repite la misma operación hasta cuatro veces al día. Tras la última "calada" las barcas ponen rumbo al puerto para subastar la captura obtenida.
En Calpe, se capturan anualmente unas 1.700 toneladas de pescado en las modalidades de arrastre y trasmallo, siendo las especies más comunes: pescadilla, salmonete, calamar, caballa, pulpo, mero, dorada y varios tipos de mariscos como langosta, langostino, cigala, galera o cangrejo.